Un monumento a la naturaleza que busca concientizar al hombre respecto a su accionar en el planeta.
El Complejo Turístico Aripuca es un eco-emprendimiento privado cuyo centro es una gigante réplica de una trampa Guaraní llamada aripuca. Dicha trampa consiste en una pequeña estructura hecha con ramas unidas que cae sobre la presa cuando el peso de la misma acciona el mecanismo. El ejemplar presente en el complejo fue construido con decenas de especies de árboles de la zona y alcanza los diecisiete metros de altura. Como la trampa Guaraní no hiere al animal capturado e inclusive le confiere al captor la opción de liberar la presa, la aripuca del complejo representa un metáfora donde, en este caso, la presa es el ser humano quien corre el riesgo de quedar atrapado en un mundo inhóspito si sigue con los actuales métodos de utilizar los recursos naturales sin visión a largo plazo y sin importarle las consecuencias de su comportamiento.
Los troncos utilizados en la construcción del monumento fueron rescatados de emprendimientos legales e ilegales y el simbolismo presente cuando uno entra a la jaula evoca el sentimiento optimista que aún no está todo perdido; el hombre, a través de sus acciones, todavía está a tiempo de poder revertir la actual situación. Sin dudas, una visita a La Aripuca generará en el visitante sensaciones nuevas y encontradas, y ayudará a que cada uno se ponga a pensar en el futuro inmediato de nuestra especie y la tierra que habitamos.
Hay también una reconstrucción artificial de una típica choza Guaraní que busca reproducir la antigua y actual cultura de los indígenas dominantes de la región a través del trato directo con ellos y la posibilidad de adquirir artesanías locales e interactuar con los habitantes originales de la zona.
El complejo cuenta con locales para comprar comida y souvenirs y salones que están disponibles para eventos. Se accede a través de la Ruta Nacional N°12 y se encuentra a pocos kilómetros del centro de Puerto Iguazú y a 300 metros al sur de dicha ruta. Se puede llegar caminando, en auto propio o bien utlilizando los mismos servicios de colectivos urbanos que viajan hacia las cataratas.